En esta sociedad en la que vivimos la naturalidad o expresar alegrías o tristeza se va perdiendo todos de alguna manera simulamos nuestros estados de ánimo según vengan las cosas.Sin embargo, cuando escribí esto (pero no lo publique) cometí una……temeridad no lo hubieran comprendido, pero con el pasar de los años en vez de destruirse la naturalidad de las cosas reverdece como los “brotes verdes” aclaración hecha El frigorífico virtual de un inocente.
Corría el año 1968 aproximadamente cuando llegamos toda la familia, camión incluido, con nuestros enseres y los libros de Papá de los cuales no se desprendía por nada del mundo. Sí, llegamos con lo puesto y luego de conseguir una casa nos faltaba todos los que hoy llamamos electrodomésticos básicos, una lavadora, un frigorífico, una cocina y como lujo, un televisor, comprarlo requirió en aquel entonces la garantía de mis tíos.Como yo había llegado antes conocía bastantes chicos y chicas y cada fin de semana organizábamos un “guateque” (decimos aquí) o sea, una fiesta. En una de ellas, donde por cierto acudía lo más exóticos de los chicos y chicas, algunos de Baires, otros de Córdoba y algún Entrerriano (yo).Lo pasamos de maravilla escuchando música de Vartan, de los Beatles y de todo aquello que venia de “afuera”. En uno de esos guateques, Osino Dumont, hija de un profesor de la Universidad de Córdoba me pregunto, «¿oye Pancho porque estás tan contento esta tarde?», yo con toda la inocencia del mundo le respondí“es que en casa hemos comprado un frigorífico, una cocina, una lavadora y hasta un televisor (¡ah ¡me olvidaba de la aspiradora)” Jossine me miro y me dijo “Pancho esas cosas no se cuentan”y yo me quede preocupado por si había metido la pata.En realidad, con los pasos de los años reconozco que en el ambiente donde me movía si había metido la pata. Y desde entonces he guardado en mi habitación particular de mi mente las emociones por ciertas cosas que deberían ser naturales contar o sea, me las comencé a tragar de tal forma que ya mayor, y con hijos.Un día el director general del Banco amigo mío, gallego y que tenía un Mercedes nuevo que había comprado en Austria, mientras trabajaba allí, me dijo “a mi me pasa lo mismo ahora no me dejan que traiga el mercedes al banco y tengo que venir con el coche de mi mujer”, cuando le explique lo que me había pasado a mi en la juventud me dijo“eres inteligente”, ahora comprendo que nunca EXPRESAS TUS ALEGRIAS cuando las cosas te salen bien aquí.-
Y así fue hasta el día que decidí que debía comenzar otras cosas. Hoy con el caballo con mas años y la montura desgastada he vuelto a tener naturalidad, por ahí me paso, pero intento demostrarme como soy, utilizar mucho la ironía, las metáforas e imaginar y planear pocas cosas ya. -